Nintendo siempre se ha lucido. A veces en el buen sentido de la palabra (recordemos los buenos momentos con todas sus franquicias); otras veces en el malo (recordemos la Virtual Boy, el aparatejo de “realidad virtual” que se sacaron de la manga a mediados de los noventa). Y me temo que últimamente ha retomado dicha vieja costumbre; esta vez parece que para siempre.

Ya lo comenté hace no mucho, y lo vuelvo a repetir. Nintendo se está pasando mucho con las políticas empleadas para seguir en el puesto del rey de las viejas empresas videojueguiles, enganchando a las nuevas generaciones sin pudor alguno, cometiendo locuras como lanzar una plataforma de videojuegos centrada en el visionado en tres dimensiones y, posteriormente, contarnos la excusa de un modelo de negocio “low cost” y empezar a lanzar esos mismos juegos, por los cuales se pagó y confió, en 2D. Sí, habéis oído bien, juegos como Pokémon X Y serán lanzados en visión 2D, con sólo algunas escenas en la visión 3D, como los combates, para de alguna forma hacer despegar las ventas de la 2DS que será lanzada el mismo día (como si le hiciese falta…). Muy hipócrita, sobre todo teniendo en cuenta que meses atrás Nintendo declaró que sería en esta generación de Pokémon en la que integrarían completamente el estilo gráfico de polígonos. En fin, un auténtico disparate para todos los que buscan un atisbo de cordura en la empresa que años atrás dejó tan buen sabor en los jugadores con obras maestras de la talla de Zelda o Metroid.

Lo gravísimo llega cuando hacen el merchandising de dicho modelo de negocio descaradamente, incluyendo un más que innecesario logo de “2D” para indicar la compatibilidad con Nintendo 2DS en las cajas de los videojuegos. Naturalmente, estos productos están dirigidos al público infantil que, salvo en contadas ocasiones, no juzgan pormenorizadamente este tipo de artimañas, para que así los papis aflojen la cartera y les puedan sacar dinero; y claro, a los más veteranos que nos den por saco. Total, llevan siendo así desde que empezaron a plantearse el rumbo de la compañía cuando salió la Wii. Y como nos dan por saco, por muchos buenos recuerdos y esperanzas que hayamos puesto en innumerables ocasiones previas, tenemos que asimilar las estupideces que nos intenta colar; que donde antes había una pegatinita que decía 3D y ya de por sí no agradaba a muchos, y que tras haber querido declarar muerto el formato 2D lo vuelvan a promocionar no hace más que quitarle credibilidad a la empresa.

Tampoco puedo evitar no hablar de cómo se aprovechan del caché de sus lustrosas franquicias para amasar dinero lanzando títulos que se quedan muy cortos. Si por algo se puede salvar la reputación de Nintendo, a excepción de importantes títulos como Pikmin, SSB Brawl o Animal Crossing, es por las franquicias clásicas nacidas antes del 2000: Mario (en tiempos de Super Mario World, Yoshi’s Island y sus relanzamientos), Zelda (en tiempos de A Link to The Past, OoT, Wind Waker y Minish Cap) Metroid (en tiempos de Super Metroid, Fusion, Zero Mission y Prime) y Pokémon (hasta antes de la cuarta generación). Pero precisamente, ha sido lanzando spin-offs de estos títulos, minijuegos y todo tipo de pamplinas como ha mancillado la imagen de dichas obras que tan famosa y rica hicieron a Nintendo como empresa de desarrollo de videojuegos. Normalmente no está de más algún que otro título que ofrece una dinámica alternativa a la propia de la franquicia (La saga Metroid Prime en primera persona, Mario Sunshine, Party, Vs Donkey Kong, Luigi’s Mansion o Super Mario RPG; o la saga Pokémon Colosseum o los Pokémon Mundo Misterioso), pero de ahí a formar un grueso catálogo de títulos como Link’s crossbow training, Pokémon Channel, PokéPark, Pokémon Ranch, Pokémon Dream World, Metroid Pinball, Metroid prime Hunters y muchos otros  hay un gran paso. Es como si sacaran un Halo o Mass Effect Pinball. A mí no me entra en la cabeza, desde luego, la necesidad de amasar dinero haciendo títulos así.

Opino que Nintendo ha dejado de lado por completo a sus más acérrimos y pretéritos seguidores; muy apabullante si estamos hablando de que hace sólo diez años las cosas iban viento en popa y acorde con un público más de la vieja escuela. No le encuentro sentido a sacar tantísimo merchandising de las franquicias y dejar de lado lo importante, el lanzamiento de unos títulos bien cuidados y a punto. Por ejemplo, apenas ha habido rumores de la llegada de otro Metroid desde 2009 con Other M. Estamos hablando de cuatro años; algo parecido le pasa a Zelda, que parece que se está recuperando desde la llegada de Skyward Sword. Pero sin embargo, no paran de llover noticias de que estrenarán servicios online y DLC de puras pamplinas para mantener a los críos enganchados a las pantallas.

La comunidad lleva pidiendo remakes de las ediciones Rubí y Zafiro muchísimo tiempo; era esperable que se lanzara una sexta generación ahora pero no quita que la tercera generación no se merezca un homenaje. Lo mismo pasa con Zelda, que también había ganas del remake de Majora’s Mask y la idea se quedó en el tintero; o con A Link to the Past, aunque ahora han sacado una secuela y han aprovechado para rediseñar el Hyrule del título de SNES. Y de Super Metroid ya ni hablamos… No me malentendáis; no estoy hablando de vivir de la renta de lo que se hizo años atrás, sino de reconocer las buenas entregas y adaptarlas, homenajearlas, mimarlas; razones que, a mi parecer, justificarían que Nintendo ganase tanto dinero. Pero no… la cosa va de vender máquinas a críos y enterrar los buenos tiempos. Todo con tal de ganar dinero. Al final se reume en que Nintendo ofrece lo que le sale del c*rajo al público, y lo compras o te jodes sin jugar. Eso me suena a otra empresa, esa que a pesar de los millones que tiene ha sacado una interfaz de usuario tan inconsistente que parece hecha por principiantes… ¿Apple se llamaba?

La idea de este post se puede formular muy sencillamente en pocas preguntas, por supuesto sin respuesta: ¿Por qué Nintendo no cuida más a su vieja clientela ni les escucha? ¿Qué hay de malo en un modelo de negocio que contemple esa posibilidad? ¿Acaso hemos hecho algo?

Sólo espero que a Hiroshi Yamauchi, ex-jefe de la compañía cuyo nombre apareció en los créditos de muchos juegazos y del cual nos tuvimos que despedir unos días atrás, se haya podido ir a descansar sin que le pese o le parezca desconcertante el rumbo que tomó la empresa, que alcanzó el punto más alto de su trayectoria cuando estuvo bajo su mandato.

Me he excedido de las mil palabras escribiendo, creo que ha sido suficiente. Por supuesto y como siempre, cualquier comentario es bien recibido y tanto éste como el tema anterior están abiertos a debate. Sé que habré sonado un poco caprichoso y quejica sin fundamentos en algunas partes, pero no puedo evitar sentirme así.

Bienvenidas sean vuestras respuestas.

Fuentes:

Imagen | G2M – La sucesora de Wii llegará en 2012