Ha pasado bastante tiempo, quizá no tanto en días (ha habido rachas muchísimo más largas en las que no he escrito) pero sí en horas y cosas. Hoy, después de días pensándolo, me he sentado a escribir sin más objetivo que refrescar el blog. Y por hacer algo diferente.
He estado trabajando de manera casi ininterrumpida durante casi dos meses, a cuentas de un trabajo que debió terminar hacer años y todavía no ha podido ser. A los que no conozcan les invito a que indaguen de qué forma se trabaja normalmente en academia, porque a mí a día de hoy no me quedan ganas de explicarlo. Baste con decir que es algo borderline vocacional, con horarios y dinámicas de funcionariado (sobre todo de los que están más arriba), y que si todas las partes involucradas pusieran una gota del esfuerzo que le he dedicado en estos meses, no sería necesario llegar a los extremos a los que hemos llegado. Por el bien de la salud mental de uno.
En fin, que he rehecho un proyecto entero para unas revisiones y he aprovechado para hacerle un rework de la hostia a todas las figuras y gráficas. No quiero enseñarlas por aquí aún (aunque podría) porque prefiero reservarme el gusto de hacerlo para cuando esté el paper fuera. Y en paralelo a ése, estamos preparando otro que va a quedar lindo también. Ya lo enseñaré.
Esos 40-50 días he estado trabajando casi exclusivamente desde casa, pues el grupo de trabajo actual se ha mudado a otra ciudad y yo aún no. De modo que mientras tanto, y para no acabar dándome chocazos contra la pared, he estado distrayéndome con otras cosas. Estuve leyéndome algunas novelas en castellano que tenía pendientes, como Cien Años de Soledad, revisitando algunas que leí de adolescente para el instituto como San Manuel Bueno, Mártir. Fue una experiencia curiosa. Comencé a leermee La Primavera SIlenciosa pero no llegué muy lejos, y lo mismo con el ensayo de Tolkien de Sir Gawain. Me vi Three Body Problem y no me hizo mucho tilín comparado con el libro, y he estado viendo cosas sueltas como capítulos de Fallout, Bridgerton (la segunda temporada que es la buena), revisitando Brooklyn 99, y finalmente me vi la trilogía de César de El Planeta de los Simios. Ahora quiero ver Godzilla Minus One, que la tengo pendiente.
Musicalmente, tras unas 200 horas de Trance clásico (la radio A State of Trance de Armin, los primeros ~500 episodios) que han tirado de mí conforme trabajaba como un mono, he conseguido reconectar con otros géneros como la música estrambótica indie/folk/pop/rock/nosécómollamarlo de artistas como Ween. He hecho una playlist que iré llenando poco a poco.
También he estado jugando al Tears of the Kingdom que me quedaban algunas misiones pendientes, y me he pasado por quincuagésima vez el Oracle of Ages y el Zelda original de la NES. Tengo pendiente hablar de los Oracles, pero sobre todo quiero hablar de nuevo del Zelda de NES. Que por cierto, fue de lo primero que hablé en este blog hace más de quince años.
Y también cumplí años, sin pena ni gloria. Que a veces es lo mejor.
Ahora estoy de nuevo en España para unas vacaciones relativamente largas, donde no pienso hacer absolutamente na-da de trabajo (he avisado de que los voy a bloquear todos los contactos del trabajo durante ese tiempo, pero sin odio, por mi propio bien mental). Mi idea es leer (he comenzado a releerme los libros de Deltora, que me parecen clasiquísimos; quiero leerme también el siguiente de three-body-problem y alguna cosa suelta que tengo por ahí); quiero escribir (tanto en el blog como unas cositas de mi worldbuilding project); y quiero hacer una limpieza de primavera virtual intensiva y a fondo. Actualizar backups de cosas, organizar toda mi multimedia, meter música en el iPod Classic, y en general intentar diseñarme un sistema para tener mis archivos y proyectos organizados. Creo que deberíamos de volver a poner el significado de la palabra “Orden” en “Ordenador”. Si todo va bien hablaré de ello en una entrada más adelante.
Saludos y hasta buen ver!