Configurando hoy unos dispositivos Android en mi casa –es lo que tiene liberar móviles previamente flasheados, y me cabrea que mi prole le esté poniendo tanto ahínco a las facturas y el 3G- me pregunto que por qué tiene que haber predeterminadas aplicaciones para el correo, navegadores,… si luego en la tienda de aplicaciones hay cuarenticuatromilquinientas otras que hacen lo mismo e incluso mejor. Muy al estilo de como hacen los fabricantes de PC en sus equipos. El problema en sí no es que vengan preinstaladas, sino que luego no las puedas eliminar.
¿Por qué sucede esto? Porque Android no da la opción de una instalación del sistema personalizada en la que pudieses optar entre qué contenidos instalar o no, muy al estilo de algunas distros de Linux.
De esta forma podrías optar por una instalación completa, con todos los programas preinstalados por la compañía o un mero escritorio Android con la Play Store, listo para instalarle sola y únicamente las apps que desees.
Porque no veo normal que cuando quieras enviar algún archivo te encuentres con un diálogo que muestra “Vodafone eMail”, “Correo-e” y “Gmail”. O lo mismo para escribir notas rápidas: teniendo Evernote y en ella todas mis notas sincronizadas, ¿qué necesidad tengo de tener instalada una app mediocre –a veces de marca propia- que no hace ni la mitad que Evernote? Y podría formular muchos más ejemplos: en el Sony XPeria U de mi chica, por ejemplo, hay aplicaciones que incluye Sony para actualizar su propio software aparte de la Play Store. O servicios de vídeo en streaming o gadgets de la cámara, o demos de programas que a veces ni siquiera se pueden usar por problemas de compatibilidad entre dispositivos (una demo de OfficeSuite Pro solo para Ericsson en un XPeria, que ni se ejecuta!)Pero como es software marca de Sony, va a venir preinstalado en todo lo que se menee que sea de Sony.
Con lo sencillo y gratificante que sería poder personalizar tu sistema desde el principio y prescindir de todo aquello que no vayas a utilizar. Ahorrando incluso espacio en el aparato. Porque puedes inhabilitar por completo las aplicaciones que quieras, pero siguen ahí ocupando espacio. Y claro, habrá quienes digan que para algo están las ROMS minimalistas u optimizadas de Android. El problema es que no todas son compatibles con todos los dispositivos ni todas pueden llevar el ritmo de actualizaciones de la rama principal de Android, lo cual contribuye aún más a la fragmentación. Por no hablar de que a veces puede ser molesto o engorroso el instalarlas y nunca se asegura la integridad del teléfono en el proceso de instalación.
En fin, me parece un poco engorroso que tenga que haber más de una aplicación para lo mismo en un móvil que, o bien va más que abastecido con sólo una cosa de cada, o es el típico móvil de gama baja que con dos procesos en segundo plano ya está dando coletazos de angustia. Estamos hablando de simplificación de las tecnologías, y para hacer eso es necesario prescindir de muchas características (duplicadas, que es de lo que va esta entrada) y pulir otras. Y no por llevar Android el teléfono es omnipotente.
Las empresas de móviles deben de saber cuidar sus dispositivos. Las operadoras deben de aprender a no sobrecargarlo de autopublicidad. Y la propia Google podría movilizarse por incluir algo tan sencillo como un diálogo de casillas desmarcables con componentes de Android. Creo que le haría más beneficio que perjuicio.
Pero no todo esta perdido. En MakeUseOf publicaron un artículo hace no mucho que hablaba de cómo lidiar con este tipo de programas, bajo el nombre de Bloatware.
Fuente de la imagen | BlueBugle