Desde mediados del curso llevo dándole vueltas a la idea de retomar mis aficiones videojueguiles este verano, tal y como hice el anterior (el cual dediqué casi con total integridad a Metroid); hasta que un día lo vi claro ante mí: tenía que reconciliar mi relación perdida con Pokémon.
Estuve pensando mucho con qué juego empezar. Porque, sí, este verano caerán más de uno seguro: que si Pokémon Platino, Plata, La saga de la quinta generaciónn, jugar a Hack-roms… y, entre que algunos de ellos ya los había jugado y jugar a hackroms requiere de un SO en condiciones para poder emular (requisito que no cumple el mío), me decidí por jugar a Pokémon edición Negra.
Y creo que nunca había estado tan equivocado con respecto a una opinión.